Una silla puede cambiar el mundo

Hay quienes encuentran un morboso placer en excluir y se ocupan en fabricar mecanismos, herramientas, objetos, aparatos ideológicos, sistemas, leyes, psicofármacos, mobiliario y todo lo que les permita hacer daño con mayor eficacia. 

Por suerte, hay quienes se dedican a hacer todo lo contrario. Inventan, a como de lugar, múltiples formas de abrazar, cuidar, acompañar, resistir, desarmar aquella ingeniería cruel y sobre todo imaginar un mundo posible sin nada en él que violente la vida humana. 

Recordé el banco con apoya brazos eyector de personas que quieran dormir en él que incorporaron a la restaurada estación Pueyrredón del subte B, escribí sobre esto en "La chispa de la duda". Mi profesor, periodista, escritor, amigo e inspirador de cosas, Imanol Subiela Salvo, me dijo que estaría bueno escribir algo sobre ¿qué pasa con los objetos que usamos y creamos? ¿en qué medida excluyen o incluyen? ¿da lo mismo un objeto u otro? ¿cuánto de ideológico hay en el diseño? Luego me recomendó a Clara Porset. 

Si todavía no leíste Golpe en el Museo, la historia del robo de obras de arte más grande de la Argentina, durante la última dictadura militar, de Imanol ¡no dejes de hacerlo! 

Clara Porset es cubana, nació en 1895 en Matanzas, en plena lucha por la Independencia. Pudo ir a la universidad, conoció sobre arquitectura en Cuba, Francia y Estados Unidos. Eligió el diseño, trabajó en el taller del pintor, ilustrador y diseñador Art Decó Henri Rapín en París. Inserta en los círculos artísticos e intelectuales de la época conoció a Walter Gropius, fundador de la Bauhaus en 1919, y aquí todo se empieza a poner bueno. 



Bau significa construir, haus-casa. Pero Bauhaus fue mucho más que "construir una casa", se trataba de reconstruir un mundo. 

Boris Friedwald, quien fue el curador de la muestra "El mundo entero es una Bauhaus", dijo: "Al momento de crear el término Gropius pensaba en la labor conjunta de artistas y artesanos. La idea que subyace tiene que ver con construir algo nuevo, una nueva sociedad, un nuevo sentimiento, un nuevo ser. De ninguna manera se limitaba a una construcción arquitectónica. tiene que ver con la posibilidad que tiene una persona de cambiar y crear mundos, no sobre la posibilidad o capacidad que tienen Dios o un Estado, sino la capacidad que tiene uno mismo, si así lo quiere. La clave yacía en la idea de cambio, de hacer algo nuevo, de cambiar algo. Al mismo tiempo, en ver y pensar cómo se puede crear algo nuevo, o cómo debería ser eso nuevo que queremos crear para un tiempo determinado. Bauhaus es el deseo y la necesidad de crear una nueva sociedad, un nuevo ser humano. Creo que sin ese sentimiento de libertad, de libertad interior, no es posible crear algo nuevo. Para poder crear hay que ser libre. La gente que se acercaba a la Bauhaus era anti burguesa, gente con una actitud anti. Gente libre, no convencional".

Tenemos algo bueno, cuando en este blog nos referimos a la "libertad", al  "ser libre" o cualquier derivado, estamos diciendo personas que quieren revolucionar este mundo en beneficio del conjunto y no en favor de su interés particular. Decimos, personas anti burguesas, como las que se acercaban a la Bauhaus. Decimos, personas que quieren quebrar el orden convencional. 

Redefinir la libertad es parte de la batalla. 

En ese contexto, Clara Porset creó su estilo de diseño como vía para el buen vivir. Una mirada integral del arte que buscaba combinar la producción en masa que se valiera de la tecnología, pero que mantuviera vivos los métodos artesanales. Siempre con la intención de generar un impacto positivo en la vida de las personas.

En 1935 llegó a México, exiliada de la dictadura de Fulgencio Batista. Ella era socialista y quería hacer del diseño un bien público capaz de mejorar la vida. 

Butaque, su pieza icónica, una silla reclinada. "Sus orígenes pueden rastrearse en Venezuela, donde surgió como un híbrido derivado del antiguo duho y la silla savonarola, un asiento plegable con respaldo y descansabrazos utilizado desde la Antigua Roma. Antes de expandirse por todo México con distintas variaciones en su diseño, materiales y grado de inclinación hasta convertirse en una pieza elemental de la artesanía popular, el butaque en algún momento del periodo Colonial al Golfo de México, donde fue reinterpretado según el contexto. Durante buena parte de su carrera, Clara Porset diseccionó esta pieza popular y fue a través de ella que expresó la síntesis de sus diseños, a partir de la unión de lo popular y funcional con lo moderno; siempre con una preocupación inherente por el contexto, quién la usaría, en qué clima y terreno", detalla el archivo Clara Porset de la UNAM.

                                      

        

Clara Porset también participó, con Mario Pani de la construcción del primer proyecto habitacional en la Ciudad de México, el Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA) en 1947. Ella se encargó de diseñar muebles de cedro rojo y tres clases de sillas distintas para los departamentos, atendiendo a las necesidades de la clase trabajadora y los requerimientos de la vivienda social para que resultara "honesta, eficiente y cómoda".

La revolución está en todas las cosas. De ahí que una silla pueda representar una gran idea para cambiar el mundo.

 Silvio Rodríguez y Pablo Milanés en Argentina 1983

Comentarios

  1. Muy buena la Nota invita a repensar los objetos y a la vez muchas otros temas que no son objetos pero que hacen a la forma de mirar la realidad, la vida y el tema musical excelente

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