Que la tortilla se vuelva
"Qué la tortilla se vuelva
que los pobres coman pan
y los ricos mierda, mierda..."
Un sólo grito de rebeldía fundió las voces de un pedazo de militancia y pueblo abrazado en el CAFF, estallado de corazones ansiosos por cambiarlo todo.
A veces pienso en las ideas sobre el paraíso y me pregunto qué imaginará tal o cual cuando visualiza el eden. Creo que, en cualquier caso, se trata de una representación fantástica de la felicidad. Mi vara para medir la felicidad es muy simple y desde chica me enseñaron que se puede ser feliz aún en horribles circunstancias. No desde un optimismo berreta, sino desde la búsqueda de instantes bellos y perpetuables. Se ve que la quietud me molesta y por eso no puedo sentarme a esperar que esos momentos únicos aparezcan por sí solos y es así como intento, a veces sin éxito y nunca en soledad, crearlos.
Podría decir que el festival antifascista, la cuarta presentación del libro La Batalla de Ideas, la música, las luces mágicas, el calor humano, el pan compartido; las letras escritas, publicadas y leídas; el sol de otoño que desopacó el gris, los abrazos. Las charlas conspirativas entre amigos, vasos de vino y empanadas en cualquier cantina porteña. Un guiño de ojo cómplice de mi compañero. Ir al cine con mi hijo. Merendar con mi hermana. El humor de mi madre. Un recuerdo de mi padre. La adrenalina de producir y organizar, el detalle y la precisión, el contenido, la estética, el lenguaje narrativo presente en todas las cosas.
En suma, fue una buena síntesis de un día en el paraíso, con miles de ideas para cambiar el mundo.
Foto: May Zanone. Club Artístico Libertad. Festival Antifa en el CAFF. Presentación "Batalla de Ideas"
El fascismo, dijeron, es un instrumento del que hace uso el capitalismo cuando se siente acorralado o en crisis. No tienen tanto poder como nos hacen creer, las grandes potencias que supieron sojuzgar a América Latina ya no son tan fuertes, se sienten y están amenazadas. Tal vez por eso buscan, desesperadas, recuperar algunos de sus viejos métodos de dominación para aplicarlos con mayor o menor éxito. En algunos lugares les va algo bien y en muchos, muchos otros; pierden.
El fascismo es ese discurso repetido de odio, que se debilita,no llega a esta parte humana de quienes sabemos y vivimos la realidad,de quienes nos organizamos ,nos juntamos,nos pensamos,nos vivimos en esos lugares que no han podido envenenar,porque somos de verdad...
ResponderEliminarLa noche de la víspera a la jornada Antifa me fui a dormir con el trago amargo de recibir la noticia de la muerte de Eliana. Mi amiga de la adolescencia, mi hermana de militancia en esos años de juventud.
ResponderEliminarEl sábado cada vez que me asomaba contristeza por la mirilla de la cámara para capturar lo que sucedía estuvo presente ella, incansable militante antifascista, militante de la igualdad y defensora de las inmensas minorías hasta el último de sus dias. Por las luchas empancipadoras y porque los sueños de libertad de Eli están presentes en cada disparo de mi cámara. Gracias Laura por este espacio.